3 beneficios para aprender instrumentos musicales
¿Alguna vez quisiste ser un músico famoso cuando eras niño? Quizá soñabas con agotar las salas de conciertos o llenar estadios en todo el mundo. Cuando nos hacemos mayores, es fácil sentir que hemos perdido algunas oportunidades en la vida. No todos tuvimos la suerte de recibir clases de música de pequeños. Sin embargo, te alegrará saber que nunca es demasiado tarde para empezar una nueva afición. Es importante que las personas mayores tengan aficiones para mantenerse mental, física y socialmente activas. Los instrumentos musicales son un ejemplo perfecto.
En general, mantener el cerebro activo es de gran ayuda en la lucha contra la demencia. Pero encontrar un instrumento para aprender a los 50 años o más también le ayudará a mejorar su gestión del tiempo y su capacidad de organización.
Beneficios de aprender instrumentos musicales
Hoy compartiremos algunos beneficios de la escuela de Musica y canto en Bilbao para aprender a tocar instrumentos musicales:
FUNCIÓN DEL CEREBRO
Aprender un instrumento musical en la edad adulta tiene muchos beneficios. En primer lugar, puede aumentar tu capacidad cerebral. Si aprendes un nuevo instrumento, no sólo mejorarás tu memoria y tus habilidades motrices, sino también tus tiempos de reacción y tu capacidad multitarea.
ALIVIA EL ESTRÉS
Escuchar música es un pasatiempo relajante para muchos de nosotros, pero ¿sabías que tocar música tú mismo puede tener el mismo efecto? Es más, disminuir el estrés conlleva el doble beneficio de reducir la presión arterial alta y el ritmo cardíaco. Es una victoria para la mente y el cuerpo.
SENSACIÓN DE LOGRO
Aunque aprender un instrumento requiere cierta disciplina, la recompensa merece la pena. Con una combinación de trabajo duro y paciencia, verás cómo aumenta tu confianza y una maravillosa sensación de logro.
¿Qué instrumento musical ha querido aprender siempre?
Uno de los mayores mitos sobre el envejecimiento es que cuanto más envejecemos, menos capaces somos de aprender cosas nuevas. ¡Qué tontería! Esto no es cierto a los 70 años y, desde luego, no lo es a los 50. Así que, ¿por qué no añadir un poco de música a tu vida? Tu cuerpo, tu cerebro y tu vida social te lo agradecerán.